martes, 20 de julio de 2010

Día del amigo...


Recuerdo que hace tiempo atrás, no mucho, sabia esperar el día del amigo para organizar algo, lo importante era pasarlo bien acompañado por los que apreciaba. Hoy también es una fecha de importancia, pero ya no me produce la misma sensación de antes, quizás sea por la edad. Recuerdo que hace cuatro años me había juntado con unos chicos de la iglesia para ver una película, en víspera del 20 de julio, la pase muy bien. El hecho es que situaciones como esta son las que disfrutaba, quizás no la fiesta, sino el compartir tiempo con alguien.

Esto me hace reflexionar, pues también recordaba que hace un par de años atrás, diseñe unas tarjetas en la computadora y se las repartí a todas las personas que en ese momento eran de mis amistades. Y digo en ese momento, porque hoy, en su mayoría, ya no lo están. Por una u otra razón, por mi o por ellos, hoy pertenecen a otro circulo ajeno al mío, y esta bien; algunos que hoy extraño y a otros que solo los recuerdo; eso es lo bueno de compartir tiempo con alguien, siempre sirve para algo. Pensé que me gustaría reunirme con cada uno de los que recibió algún presente mío, pues de verdad me gustaría saber como están… hace mucho que no los veo!!! Quizás mis prioridades cambiaron y mis necesidades también, pero yo no lo hice: sigo siendo el mismo… sino no escribiría esto. La vida da tantas vueltas, y saber de “ellos” me traería mucha alegría porque si alguna vez les dije que eran mis amigos es porque realmente lo eran, y ojala que me recuerden tanto como yo.

Siempre odie esas personas que hacen amigos nuevos y se olvidan de los que ya tienen, pero entendí que a veces eso sucede quieras o no, solo sucede y es la ley de la vida. A muchos quise, y me parece tan irónico que hoy los vea pasar por la vereda del frente: ¿Por qué fue asi?. Mi universo paralelo tiene sus propias reglas, pero no los puedo traer a todos aquí, la gravedad no lo permite: ese es el límite.

También están esos amigos que de forma indirecta te dicen lo que te quieren, recuerdo a uno que paso todo un 20 de julio con migo, y la verdad aguantarme a mi y mis “filosofías” es mucho, gracias por aguantarme, cuando quieras estaré ahi; siempre estuve y lo sabes bien, porque iba verte aunque solo me llamabas para que arreglara tu computadora, “perdón si te falle”.

Mi regalo es esto, su reconocimiento. Gracias por haber estado conmigo y gracias a los que están y estarán. Cuando me vean por ahí, metido en mi utopía, acérquense a saludarme, seguro que se los digo personalmente. Todas las cosas pueden suceder dos veces, hasta la amistad… creo que solo deberíamos probar.

miércoles, 14 de julio de 2010

Matrimonio Gay: "Es imposible"


Es imposible prender el televisor, u otro medio de comunicación, y no escuchar hablar sobre la ley de matrimonio gay que se intenta aprobar este miércoles 14 de julio en el senado argentino. Los debates y opiniones de cada sector están por doquier, a favor y contra: siendo también imposible no escuchar las estupideces más grandes y aberrantes que escuche en mi vida sobre el tema.

Decir que los homosexuales son unos enfermos que pueden contagiar a toda la humanidad es una de las cosas mas suaves que escuche, y lo sorprendente es que palabras como esas salen de la boca de gente que ocupa cargos políticos, gente que supuestamente esta preparada para gestionar la diversidad y el pluralismo de los habitantes de la nación. Más allá de eso, la gente en la calle es la que menos información maneja, como si el saber ocupara lugar: no cuesta nada interiorizarse para luego dar un veredicto, hay que escuchar las dos campanas.

La idea de llevar los debates a las provincias del interior era buena pero no funciono, es imposible que alguien de una opinión propia y contraria a la de la impuesta por una masa dominante, como puede ser la iglesia católica en las provincias. En Jujuy, por ejemplo, se llamo a manifestaciones por la familia organizadas por sectores eclesiásticos, en el debate legislativo las pocas opiniones que disentían de la mayoría eran de asociaciones de capital federal que luchan contra la discriminación; esto no quiere decir que no haya gente que piense distinto, sino que hay temor quizás de hacerlo saber. Esa es la verdad, como dice el refrán “Pueblo chico: infierno grande”, aquí nos conocemos todos, ¿saldría usted a defender una postura cuando la gente no esta preparada para escuchar?... Es imposible. Así que señores no digan que en el interior no hay gente que piense distinto porque si las hay, y no se trata de homosexuales, mucha gente como yo opina diferente y no pertenecemos a la “colectividad gay”: caemos siempre en lo mismo, los mismos prejuicios, el defender algo no quiere decir que lo vivamos, tal vez solo lo acompañamos.

Me es imposible no traer los recuerdos de hechos tan injustos que repudio con todo mi ser, como la condena a la hoguera por parte de la iglesia católica romana en 1633 a Galileo Galilei quien afirmaba que la Tierra gira alrededor del sol; un principio que hoy conocemos todos por la ciencia, pero que en ese tiempo se considero herejía por contradecir las escrituras bíblicas, razón por la cual se lo persiguió hasta su condena. Otro hecho importante es recordar que la iglesia sostenía que las mujeres no tenían alma y eran menospreciadas, además hasta hace unas décadas las mujeres no podían votar pues se basaban en los escritos de la biblia, diciendo que la mujer es potestad del hombre y por ende no tiene los mismos derechos. Y hay una masacre aun mayor, de la que nadie se acuerda, la esclavitud. En esos tiempos los esclavos eran la peor escoria social, considerados menos que un perro, criaturas sin alma y espíritu que se vendían como vendemos hoy un bien material. Estos esclavos eran personas, ¿donde esta la iglesia ahora? Donde están los que los condenaban, los que no abogaban por ellos cuando se decían “mensajeros del amor y misericordia”, lamento recordarles que no hicieron nada pues ni ellos creían que los esclavos entraban al cielo. Y si dudan de lo que digo, busquen en la historia todos los hechos que hay, quizás se les estremezca el cuerpo por tanta injusticia encubierta, por tanto dolor, por tanto daño causada a nuestra humanidad en el nombre de Dios.

Yo quisiera que toda esa energía que tienen para manifestarse en contra del matrimonio gay, que solo iguala los derechos de las personas, la pongan en organizar marchas en contra de la pedofilia, de los sacerdotes pedófilos, marchen en contra del racismo, de la violencia familiar, del suicidio juvenil y tantos otros males que si afectan a terceros, como la violencia de genero en Argentina: ya que cada dos horas hay una denuncia de una mujer golpeada.

Se que hay mucho por tratar sobre este tema, pero mis palabras como mi vida se basan en el idealismo, en la libertad para todos, en la igualdad de derechos, pues todos somos humanos y hay gente que merece tener los mismos privilegios que gozamos nosotros. Cuando tengamos que dar nuestro veredicto, pensemos con el corazón, ahí es donde encontramos la empatía por nuestro prójimo y ahí es donde sabremos tener respeto por quien lo solicita. Pero mucho más importante es reconocer que la vida es una rueda, nadie sabe si ese hijo, hermano o familiar que tanto amamos, un día nos dice que es diferente: ahí si, seguro que lucharemos por sus derechos. ¿Irónico no? Siempre tomamos conciencia de algo cuando nos sucede de cerca.

Elías